De Pekín a Singapur: La visión de Hu Yilin sobre un mundo denominado en Bitcoin

El salto de la academia al mundo cripto

La transición de Hu Yilin de profesor de filosofía en la Universidad de Tsinghua a defensor del Bitcoin en Singapur no fue solo un cambio de carrera, sino una declaración filosófica. “Cuando dejas de preocuparte por sobrevivir”, dice, “comienzas a preguntarte qué trabajo vale realmente la pena hacer”. Para Hu, el Bitcoin representa más que una herramienta financiera; es una corrección a las distorsiones del capitalismo moderno.

La filosofía detrás del movimiento

Enraizado en el pensamiento heideggeriano e influenciado por Kant, Hu ve el Bitcoin como un retorno al “ser”: un sistema monetario que se alinea con la naturaleza humana en lugar de la manipulación burocrática. “El oro estaba limitado por la física”, explica. “El Bitcoin está limitado por las matemáticas. Ambos son honestos”.

¿Por qué Singapur?

La estabilidad de Singapur atrajo a Hu tanto como padre como pensador. “Aquí es aburridamente predecible, perfecto para criar hijos y contemplar una revolución monetaria”, bromea. La combinación del pragmatismo oriental y la innovación occidental de la ciudad-estado refleja su visión para las criptomonedas: arraigada en la tradición pero sin límites fronterizos.

El Bitcoin como revitalización cultural

Hu ve el Bitcoin no solo como moneda sino como un vehículo para la preservación cultural. “Occidente se homogeneizó mediante el colonialismo”, argumenta. “Blockchain permite que las comunidades establezcan sus propias reglas sin pedir permiso a los bancos centrales”. Su proyecto “Chinese DAO” tiene como objetivo salvaguardar digitalmente tradiciones cada vez más reprimidas en China continental.

El futuro: más allá de la especulación

Aunque reconoce las absurdidades actuales de las criptomonedas (“TrumpCoin es arte performático”), Hu cree que estamos en transición del caos inicial hacia una construcción seria basada en blockchain. “Ethereum intentó gobernar demasiado pronto”, observa. “La verdadera descentralización necesita más anarquía antes de que surja el orden naturalmente”.

Su consejo final: “Compra Bitcoin, lee filosofía y recuerda: el código no es ley, es simplemente el empleado menos corrupto que hemos inventado”.