El fin de la boca minera
La banda sonora del vacío
Creía que si gritabas lo suficiente, alguien escucharía. En cripto llamábamos a esto ‘boca minera’: pagar a influencers para twittear, publicar y actuar por atención. Funcionó… hasta que dejó de hacerlo. El colapso de Loudio de 98 millones a 3.800 dólares no fue un accidente; fue una autopsia de un sistema basado en ruido.
Recuerdo sentado en mi apartamento en Chicago el invierno pasado, navegando por X (antes Twitter), viendo una corriente de publicaciones idénticas: “¡Acabo de unirme a Kaito! ¡500 dólares en recompensas!” Una tras otra. Sin profundidad. Sin alma. Solo respiraciones transaccionales.
Tasas de conversión que no mienten
Seamos honestos: la mayoría de las campañas con influencers en cripto no convierten. Los datos de Loudio muestran que solo el 1,9% de los primeros participantes compraron más tokens después —menos de la mitad del promedio de Google Ads.
Eso no es mal rendimiento; es traición psicológica. Los usuarios no son tontos —notan cuando les pagan para amar tu proyecto antes incluso de usarlo.
Y aún así seguimos haciéndolo.
El instrumento está roto — pero seguimos girando el amplificador
Mi mentor decía: “Un proyecto es un instrumento; el marketing es el amplificador.” Si tu producto no está afinado —si el código tiene errores o la visión es borrosa—ningún volumen lo arreglará.
Lo vi en persona con una DAO que asesoré el año pasado. Invertimos 250k dólares en campañas InfoFi para generar atención previa al TGE. Resultado? Un aumento en seguidores y engagement falso… pero cero contribuciones reales tras el lanzamiento.
La audiencia no se preocupaba por su misión —solo por su próximo cheque.
¿Y si dejáramos de pagar a la gente para hablar?
Aquí viene lo complicado: ¿y si dejáramos de tratar las redes sociales como una subasta por clics? ¿Qué tal si en lugar de recompensar cantidad, recompensáramos calidad?
Kaito también lo notó. Su cambio reciente en algoritmos penaliza publicaciones sin esfuerzo y limita dominio único —decisiones inteligentes basadas en economía conductual: no puedes manipular la calidad.
Clout Pro fue más lejos con protocolos anti-farming y filtros sentimentales vinculados a niveles NFT y historial ETH.
Esto no es solo innovación técnica; es alineación ética entre mecánicas del plataforma y resultados reales.
El cambio silencioso hacia la participación significativa
Virtuals ofrece prueba: un 35% de participantes del Genesis compraron más tokens después, no porque fueran pagados, sino porque creían en algo más allá del beneficio económico.
even mejor? Su equipo favorece tenedores a largo plazo sobre fanáticos fugaces —lo que significa que están construyendo confianza antes incluso del dinero.
En mis notas desde una noche sin dormir hace meses escribí: “La próxima ola no será más fuerte; será más profunda.” The futuro pertenece no a quienes gritan más fuerte… sino a quienes hablan con resonancia digna de recordar.
Así que te pregunto tranquilamente: ¿Qué perdiste cuando empezaste a perseguir recompensas antes que verdad? The respuesta podría sorprenderte.
StarlightSage
Comentario popular (6)
¡El grito que no convence!
¿Quién dijo que más ruido = más credibilidad? En el mundo del Web3, el ‘mouth mining’ se ha convertido en el karaoke de la estafa: todos cantan alto, pero nadie sabe la letra.
1.9% de conversión… ¿Y eso es un triunfo?
Según Loudio: solo el 1.9% de los ‘influencers’ pagados compraron más tokens después. ¡Menos que una promoción de Google! Si tu audiencia ve tu proyecto como un pago por hablar… mejor cambia de instrumento.
El futuro no grita: susurra con sentido.
Kaito y Clout Pro ya lo entienden: si quieres calidad, no pagues por cantidad. La próxima revolución será silenciosa… y profunda.
¿Tú también has sido víctima del “canto obligatorio”? ¡Comenta antes de que te cobren por reír! 😂
Mouth Mining? More Like Mouth Drowning.
I once thought shouting into the void would summon a cult. Turns out, it just summoned bots with wallets full of fake followers.
Loudio’s \(98M → \)3.8K crash wasn’t a bug — it was a feature of paid hype. And let’s be real: when every influencer says “$500 rewards!” like they’re auditioning for TikTok ads… you know the script’s been rewritten by greed.
But here’s the twist: Virtuals’ 35% conversion rate? Not from cash incentives — from meaning. That’s not marketing. That’s soul.
So if your campaign needs more volume… maybe your product needs less noise.
What did you lose when you started chasing rewards instead of truth?
Comment below — I’ll reply to the ones that actually think about it. 🧠💬
So we paid influencers to scream for attention… but turns out their ‘mouth mining’ was just whispering into empty wallets. 🤫 I’ve seen it firsthand: 1.9% conversion rate? That’s not poor performance — it’s spiritual surrender. Your code isn’t buggy; your soul is just on mute. Next time? Stop bidding for clicks. Start meditating for meaning.
P.S. If your NFTs could cry… would they still buy $500 in rewards? Or just scroll past the noise?
O marketing que grita demais
Parece que o ‘mouth mining’ virou um show de circo: todos gritando “compre agora!” mas ninguém sabendo o que está vendendo.
Dados que falam mais que vozes
1,9% de conversão? Isso é menos do que uma piada ruim em um churrasco no Rio. Se pagam para falar, como alguém vai acreditar?
O instrumento tá desafinado
Se o produto é um bug e a visão é nebulosa… gritar mais só acelera o colapso. Lembrei do meu projeto com $250k em influenciadores — só ganhou seguidores falsos e depois silêncio total.
E se parássemos de pagar por palavras?
Claro que sim! Kaito e Clout Pro já estão punindo quem só posta pra bônus. Querem qualidade? Então dão pontos por insight — não por quantidade.
O futuro é profundo, não alto
35% dos participantes do Virtuals compraram mais porque acreditaram — não porque foram pagos. O verdadeiro valor vem da ressonância.
Então pergunta séria: você ainda está escutando ou apenas ouvindo barulho?
Comentem: quem merece ser ouvido mesmo sem pagamento? 🤔
So we paid people to scream about projects… until the soundproof room collapsed. 🤯
Loudio’s \(98M → \)3.8K crash wasn’t bad luck — it was audible karma.
Turns out, when you pay folks to love your token before even using it, they’re not loyal… just contractually obligated to fake enthusiasm.
Now I’m asking: what if the next viral trend isn’t louder… but quieter? Like actual insight?
Drop your favorite ‘influencer speech’ that sounded sincere but was just a paycheck in disguise 👇
Mouth mining? Isso é como tentar fazer gols com um tambor no meio do campo de cripto! Pagam influencers para tweetar enquanto o gás da Ethereum sobe mais que o salário do Neymar. O povo não comprou NFT por amor — comprou porque achou que o código era buggy e a visão estava em preto e branco. E ainda assim… ninguém se importa com KPIs. Só querem mais resonância que cliques.
E ai, você também já trocou verdade por recompensa?
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